domingo, 14 de junio de 2009

LA BUENA OBRA


Estoy en el cole. Estos frailes - unos terroristas, otros apocalípticos, alguno pizpireto, ninguno en sus cabales - nos encargaron ayer,como tarea de casa, hacer alguna buena obra para mañana, es decir, para hoy por lo que nada más empezar la clase nos lanzan la pregunta: ¿Qué buena obra habéis hecho hoy? Cuando llega mi turno ycomo no recuerdo haber hecho ninguna obra ni buena ni mala, simplemente he subsitido un día más, me invento ésta: he ayudado a un ciego a cruzar la calle.
Magnífico, esto sí que es una buena obra sencilla de acometer, una oportunidad que se nos presenta cada día de camino al colegio, un regalo del Señor, glosa el fraile.
Luego pienso que, puestos a realizar buenas obras imaginarias, podría haber contado lo que tuve que hacer aquel día de invierno en la gélidas aguas del puerto para sacar a mis 4 amigos del coche en el que se habían precipitado al mar, y cómo me sumergí 4 veces seguidas hasta ponerlos a salvo, fuera del agua, y cómo les practiqué la respiración artificial boca a boca - sin pecar - y como finalmente .... les resucité. Estaban ahogados por completo y yo les devolví a la vida.
Y es que cuando uno va de buenas obras, debe hacer las mejores dentro de sus posibilidades.