martes, 17 de abril de 2012

TRUQUEMÉ

A la pregunta que todos me hacen - ¿por qué vas únicamente a exposiciones cuyos cuadros tienen marco y cristal? – siempre respondo: porque me gusta interactuar con la obra.
No soy buen paciente, ni espectador, ni lector. No puedo estar quieto o pasivo. Si el cuadro tiene cristal, este actúa como un espejo en el que me reflejo. De modo que estoy dentro y fuera del lienzo simultáneamente. Estoy dentro, como un elemento más del cuadro, oculto en el bodegón tras el manojo de cebollas, de la mano de la musa paseando despreocupado por el paisaje florido, en la marina respirando la brisa salada. Y estoy fuera, libre como el viento para hacer lo que me dé la gana… y si me apetece comer una uva del bodegón, pico y como, y si quiero tocar culo de musa, voy y toco. En el cuadro marinero puedo caminar sobre las aguas y no me hundo ante vuestra sabiduría como una piedra según cuenta Leonard Cohen que le pasó a Jesús. Si él se hubiera limitado a ir de exposiciones de cuadros con cristal otro gallo habría cantado, o simplemente se habría comido al gallo del bodegón de caza…desde fuera del cuadro, interactuando. … ¡¡¡ Y no habría Conferencia Episcopal!!!.
Yo, en cambio, sigo paseando por las aguas y si me canso, subo a la barca y charlo con Pedro o curioseo en las redes a ver que han sacado los pescadores. Como los jubilados en las obras !Coño ¡ Besugo…! y de buen tamaño… y así soy uno más en el lienzo… y todo desde fuera. Más complicado lo tengo ante la abstracción. ¿Qué hacer ante un Kandinsky? ¿Difícil eh? Aquí normalmente hago gimnasia rítmica o juego al truquemé y salto del círculo al triángulo o de la raya horizontal a la vertical. Yo comprendo que estos movimientos sorprenden un poco a los demás asistentes. Algunos se alejan de mí asustados. Pero en cuanto pillan de qué va la historia de los saltitos, pierden la vergüenza y empiezan ellos también a interactuar con los cuadros. Y así la solemne y aburrida exposición, se convierte en un fiestón en el que todos y todas se integran en sus obras favoritas. Anímate. El directo es la vida.

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