sábado, 3 de diciembre de 2011

神诞生 DIOS A NACIDO SIN HACHE

Es Navidad. Hago cola en la caja del bazar chino. Delante de mí, una pareja de ancianos sostiene un niñojesús metido en una cuna en forma de cruz . Qué mala sombra, pienso. Los chinos son los campeones de la aritmética y saben contar hasta el infinito en español. Sin embargo entablar conversación con ellos no mediando guarismos, es harina de otro costal.  
El adorno navideño del matrimonio incluye una leyenda: DIÓS Á NACIDO. La letra A aparece solitaria, sin hache que la acompañe, y con un par de tilde de propina y otra más sobre Dios como enfatizando su grandeza.  Cuando la pareja llega hasta la caja, el señor mayor ha intentado hacer ver al chino la grave falta de ortografía que supone privar al verbo haber de su hache. El señor chino ha respondido sonriente: cinco eulos. La señora, contrariada, interviene. Considera que su marido no ha logrado desbrozar la jungla cultural que les separa y  repite el mensaje,  pero ahora lo hace gritando: A, SI ES DEL VERBO HABER, SE ESCRIBE CON HACHE. El señor chino, imbatible en el diálogo de sordos, ha replicado, también a gritos: ¡CINCO EULOS!  El hombre y la mujer se miran y deciden recurrir a la mímica. El hombre apunta entonces con su dedo a la leyenda escrita y luego traza en el aire una imaginaria hache gigante. Al terminar, se vuelve satisfecho a su esposa y ella le recompensa con una cabezada de afirmación y una sonrisa. El señor chino ha debido detectar una amenaza en los aspavientos del viejo porque ha arrancado una hoja del cuaderno y ha escrito un número 5 igualmente enorme que planta en las narices del señor mayor. El silencio en la cola  que sigue expectante  la evolución de la escena se puede cortar con un cuter chino.  El hombre, vencido por la evidencia, se ha vuelto a su señora y le ha preguntado: “Paca, de verdad, ¿te gusta el adorno?” Ella ha afirmado con la cabeza. “Pues dale 5 euros a este señor y vámonos".  Xie xie.

2 comentarios:

Rafael Téllez Romero dijo...
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Rafael Téllez Romero dijo...

Maravillosa metáfora hologramática: el episodio con el simbolo de la navidad presente contiene a nuestro universo entero. Un niño nacido que descansa sobre una mullida cruz que anuncia su terrible final. Una envoltura en celofan que muestra el empaquetado y la venta en serie de lo sagrado. Un matrimonio anciano que trata de acoger al niño y preservar los antiguos códigos... y un comerciante del templo que solo entiende de números. Y la frase final del San José de turno ¿de verdad te gusta...? ¡pues paga!. En fin eso nos toca "a Dios lo que es de Dios y al chiño lo que es del chino".